miércoles, 4 de septiembre de 2013

Canciones contra el abuso policial, a propósito del paro agrario

El sonido de las cacerolas de protesta, los vidrios rotos y los bolillos policiales chocando contra los huesos de los protestantes nos confirman que Colombia hoy suena muy mal, así el gobierno, con más mala fe y estupidez que inocencia o ignorancia, quiera minimizarlo. Y el paro no es precisamente un puñado de guerrilleros disfrazados de campesinos, como quisieran hacerlo creer, aunque tanto la extrema izquierda y extrema derecha, siempre tan oportunistas y principales culpables de lo que pasa ahora, quieran aprovecharse de la situación para desprestigiar al presidente, que para eso no es que necesite mucha ayuda, porque el solo se encarga de desprestigiarse.

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