miércoles, 23 de marzo de 2011

10 tipos de twitteros colombianos (porque soy SME)


No sé desde cuándo estoy en Twitter y por supuesto me importa un comino saberlo; obviamente no soy de esos pura sangre que ya eran trinadores profesionales antes de que se inventaran la popular plataforma del pajarito. No me importa evaluar mi “desempeño” de cientocuarentacaracterólogo, probablemente porque por cada persona que me “sigue”, otras cinco salen corriendo, en lo cual ya tengo experiencia, pues al fin y al cabo esto de escribir en un blog me ha enseñado que por cada párrafo me gano, en promedio, 3 madrazos.

Sin embargo, el tiempo dedicado a leer @’s y #’s me ha permitido conocer ciertos perfiles de twitteros que abundan, sobre todo en Colombia. Es así como gracias a este texto empezaré a proclamarme como Social Media Expert (SME), pues después de escribir esto cumpliré a cabalidad con los tres requisitos para ser uno de ellos en Colombia: el primero es auto catalogarse como tal, el segundo decir obviedades y por último, pero no menos importante, llevar un redactor de decálogos en el corazón.

Sin más preámbulos, aquí los perfiles que he encontrado (obviamente, para consolidarme como SME, serán 10):

1. La celebridad criolla: Sabiendo muy bien que la televisión logra convertir caprichosamente en estrella a cualquier pelafustán de rasgos finos, 140 caracteres son más que suficientes para hacer evidente la limitación mental que garantiza la fama, la cual se puede erosionar levemente si lo trinado riñe con la indignación que tengan los twitteros ese día. Sin embargo, y a pesar de que en un par de líneas se haga evidente un cerebro más pequeño que un maní, las celebridades siempre tendrán miles de seguidores.

2. Caricaturista: Lo que queda claro con la presencia de caricaturistas en Twitter, es que un solo dibujo con un par de viñetas es más que suficiente para ellos, todo lo demás sobra. Con sus trinos no se cansan de cansar, demostrando también que su interacción con algo más vivo que una hoja y un lápiz, los devela como seres más fachos que el mismo Mussolini. Ellos en sí mismos son una caricatura.

3. El club de los lagartos: Como internet es el medio ideal para tener la sensación de dejar de ser anónimo, la mejor forma de ganar alguna mención es que todo lo que se trine vaya copiado a Daniel Samper Ospina o alguna celebridad twittera. Si a ellos les parece que lo dicho merece ser retuiteado, el lagarto se verá recompensado con una fugaz aparición en un timeline leído, pero que se desplazará a la velocidad en la que otro lagarto aparezca en busca de un retuiteo, es decir, en 0,5 segundos

4. Community manager: Recién salidos de la universidad, o incluso aún siendo universitarios en su mayoría, estos personajes son los encargados de darle voz a una empresa o marca. Se toman muy en serio esa teoría que acaban de aprender, bajo la cual las marcas deben involucrarse con su público, escucharlos y participar en conversaciones de una forma cercana, tanto así que los community managers terminan administrando esas cuentas como si estuvieran tomando cerveza en la tienda del frente de la universidad. Eso, cuando no confunden su cuenta personal con la de su trabajo y se les va un madrazo que luego no tienen como justificar si no es borrando el trino que un cazador de gazapos ya habrá capturado en un pantallazo imborrable.

5. Social media Expert: Seguir a todos es la consigna. Una vez haya seguido a todo el humano o robot que esté en Twitter, garantizará un porcentaje de seguidores gratuitos por aquella cordial fórmula del followback (seguir a quienes los siguen sin importar quiénes sean o lo que digan). Con varios miles de seguidores como aval, estos personajes proceden a organizar charlas y talleres de obviedades, donde también hablan de reglas y decálogos que les legitimarán cobrar varios miles de pesos a los incautos que caen en sus redes -sociales-.

6. El cotidiano: Su interés principal es contarle al mundo que se acaba de quemar con una papa, que está con los pies mojados por culpa de la lluvia, que los fríjoles que ingirió lo tienen internado en el baño o que Germán es el man es muy chistoso, así sin más rodeos, sin mayor elaboración y tal como están aquí expresados.

7. El hackeado: Bendito sea el hacker, pues gracias a ese personaje oscuro se puede andar diciendo cualquier cosa y luego echarle la culpa a una intromisión fantasmal en la cuenta. Eso argumentó el ministro de defensa cuando cometió un error ortográfico, el periodista Ricardo Orrego cuando confirmó la muerte de Alfonso Cano o la negra Candela cuando mató a Joe Arroyo. Digan lo que quieran que la culpa siempre la tendrá el hacker, quien al parecer ya tuvo acceso a los cerebros.

8. Experto instantáneo: Si hay manifestaciones en Egipto, ellos se volverán expertos en ese país y hablarán día y noche de su historia, política y economía, e increparán a todo aquel que no sepa tanto como ellos. Son lectores veloces de Wikipedia y con esa información botarán datos curiosos cada minuto.

9. Cazador de gazapos: Su vida está destinada a la corrección, y si hay cazadores de errores en las películas, en Twitter existen los que siempre están atentos a que alguien no tenga la ortografía de Rufino José Cuervo o que diga alguna estupidez. Guardarán testimonios de cada error cometido y si por ellos fuera, enviarían a la hoguera a los autores del error.

10. El político: Los SME (como yo) dicen que en la política actual es vital tener presencia en las redes sociales. Por eso, los candidatos a cualquier cargo de elección popular empiezan a transcribir discursos segmentados en mensajes de 140 caracteres. Al igual que las celebridades, el uso irrefrenable de Twitter pone en evidencia que para ser político el único requisito es no haber pasado por la primaria, característica fácilmente comprobable con una visita a la cuenta del presidente del Congreso.

3 comentarios:

Alejandro dijo...

Mogno, es oro en estado puro. Lo felicito viejo, que gran entrada. Entre todo lo bueno que le he leído, es difícil encontrarle algo que sobresale. Felicitaciones en serio.

zar1979 dijo...

Excelente entrada.. yo acabo de abrir mi cuenta en twitter y aun no se cual es el gusto de lanzar frases al aire, para que, de pronto, alguien las lea. No es como hablarle a la pared (o en este caso a la pantalla)?

DiMogno dijo...

Muchas gracias Alejandro y Zar1979. A Zar1979 le sugiero adoptar el perfil de alguno de los tipos de twittero y con seguridad tendrá la sensación de hablarle a algo diferente a una pared.