jueves, 27 de marzo de 2008

Extranjero: diga que somos lo mejor


Hay preguntas que pueden alterar a cualquiera. Como por ejemplo cuando uno se corta el pelo y alguien le pregunta: ¿te cortaste el pelo?, o cuando uno se está despidiendo y le preguntan: ¿ya te vas? Algunas de las preguntas a las que me refiero las hacen los periodistas y tienen la osadía de hacerlas en televisión o radio. Es muy común hacer la pregunta, a la persona a la que se inundó la casa y perdió todo ¿cómo se siente?

Pues bien, hay otra costumbre que me hace arrancar cada uno de los pelos cuando la oigo y se trata de esa maña que tienen los periodistas y en general los colombianos de preguntarle a los visitantes extranjeros: ¿Cómo le ha parecido el país?, ¿Qué opina de las mujeres de Colombia?, ¿Ha comido ajiaco o bandeja paisa?, ¿Cómo le han parecido los paisajes?, etc., etc., etc.

Es casi evidente que un extranjero, precisamente por su condición de extranjero, va a responder que todo le ha parecido espectacular, y de hecho puede que lo piense realmente, pero eso no justifica, de ninguna manera, que siempre el colombiano esté buscando que le digan cosas buenas del país. Más si se tiene en cuenta que le hacen ese tipo de preguntas a un actor mexicano que necesita ganarse a la gente para que le den más trabajo o a un japonés que necesita que la gente se porte bien con él porque no habla español y si se pierde se jode.

Puedo relacionar eso directamente con magníficas afirmaciones que enorgullecen a cualquiera como: “Colombia es el país más feliz del mundo” o “Colombia el país número uno en ciudadanos berracos”, o “Milan campeón de la Champions League gracias a un colombiano que infla los balones”…Un nacionalismo pegado con mocos.

Y es que nadie se puede alejar de la verdad de alguno de estos escalafones, como que los paisajes son hermosos, la comida es deliciosa, este es uno de los países que tiene el primer puesto en variedad de mariposas, en variedad de pulgas verdes, de micos gays o lo que sea. Eso es algo que tiene y nadie se lo quita, problema de cada quien reconocerlo o no.

Es una verdadera payasada construir nacionalismo por las opiniones de cada personaje de otro país venga y se vea obligado a responder que Colombia es un país maravilloso, que la gente es queridísima y que el sancocho es el mejor plato que se han comido en la vida.
Sería muy bueno que desde el periodismo le ayudaran a este pobre país agobiado y doliente a que comenzara a pensar que un verdadero sentido patrio se genera, además de las riquezas naturales, culturales y gastronómicas, cuando la gente viva feliz, no por lo que diga un galán mexicano sino porque no tiene hambre, no lo atracan, gana lo suficiente para vivir y además a los extranjeros les gusta el país.

martes, 18 de marzo de 2008

Tras de ladrón bufón


Esta sentencia que trae a colación mi señora madre cada vez que quiere referirse a alguien descarado que no se sonroja luego de embarrarla y volverla a embarrar premeditadamente, es lo que significa “tras de ladrón bufón”.

Y por estos días sí que hay bufones por estos lares, por ejemplo el acerrador Mancuso que se atrevió a publicar un comunicado apoyando la marcha del 4 de febrero, al igual que lo hizo la guerrilla al promover la marcha del 6 de marzo, como si unos muertos valieran más que los que cada uno ha sumado a esta guerra.

Pero el bufón que me inspira en esta ocasión es el holograma de Fidel Castro, quien todavía sigue dando lora gracias, al parecer, a que nuestros deseos navideños de pedir unas nuevas poleas para manejarlo han sido escuchados por Jesús (ahora crucificado en posición fetal), pues Fidel aparece ahora con alguna frecuencia con sus opiniones sobre diferentes asuntos de la realidad mundial.

La última opinión que expresó fue con respecto a 'la mano' que le dio ‘Rojas’ al gobierno al matar a Iván Ríos. Según Fidel todo se trata de la intervención del ‘imperio yanqui’ (argumento de antaño que usará hasta el fin del mundo si le siguen renovando las poleas) que solo quiere alimentar su ‘sed de sangre’ para alcanzar sus innobles objetivos.

Lo que se le olvida al comandante, tal vez porque todavía no han podido actualizar su memoria, es que él en su época gloriosa mandaba al paredón de fusilamiento a todo el que se opusiera a sus ideas. Dicen que esto del paredón responde a su afinidad con García Márquez, pues Fidel quería representar siempre la escena inicial de 100 años de soledad, pero lo que no tenía en cuenta es que esta historia tiene lugar varios años atrás cuando aún era frecuente esta irracional práctica.

Es así como muchos cubanos han sido asesinados, solo porque el grandioso comandante no acepta opiniones diferentes a la de su revolución. Y es así mismo como en la isla parece esconderse un descontento que se logra tapar con la maravillosa cultura y atractivos creados para los turistas.

Sin embargo han sido muchos los afectados por la ‘sed de poder’ de Castro quien todo el tiempo anda criticando la sed del otro como en este caso la ‘sed de sangre’ del imperio. Muy apropiado es el testimonio de Huber Matos (compañero de revolución de Castro, quien al ver el rumbo de dicha revolución se alejó del comandante y luego fue llevado a prisión), sobre su juicio y posterior encarcelamiento en Cuba.

Y antes de que lleguen los castristas a reprocharme porque en Cuba nadie muere de hambre y que gracias a Fidel todos son iguales, etc., etc., etc., les digo que no me interesa entrar en el debate de lo bueno o malo que ha sido Castro para Cuba. Lo único que pretendo decir es que este hombre no tiene autoridad para denunciar que alguien mate a otro para llevar a cabo sus objetivos (sean los que sean) porque él ha sido el abanderado de esa práctica.
Es por eso que citando a mi sabia madre diré: "Ese Fidel Castro si...tras de ladrón bufón".

jueves, 13 de marzo de 2008

Somos más los buenos

Cuando es más que evidente que nuestro hermoso país goza en el exterior de una imagen más mala que Padres e Hijos, un instinto de supervivencia y tal vez de conservación, nos hace pensar diariamente cosas como que éste es ‘el país más feliz del mundo’ y que ‘somos más los buenos que los malos’.

Constantemente se les llena la boca a las presentadoras de farándula diciendo que acá la mayoría de gente es muy buena y que la imagen negativa es tan solo por culpa de unos cuantos que nos hacen quedar como una chancleta…con pecueca.

Sin embargo muchos detalles me han hecho pensar que tal vez los malos son más de lo que pensamos. No deja de sorprendernos los incidentes que cada fin de semana se presentan en los estadios, donde una parranda de tatuados con ínfulas de argentinos (cantan sus barras en tono bonaerense) sacan su variedad de cuchillos, chuzos, botellas rotas y demás para agredir a los fanáticos de los otros equipos, y, lo que es peor, a los de su mismo equipo.

Además de esto, hemos sido testigos de la forma en que murió un hombre en Transmilenio por exigirle lo obvio a otro hampón: que no se orinara en una estación. Otros desgraciados violaron a cuatro niñas en Chía solo por que estaban solas, los políticos roban dinero que está destinado al beneficio de los más pobres, todos los días roban y roban celulares en todo el país, etc., etc., etc.

Así mismo en hechos más cotidianos se percibe la mala fe del colombiano que se cuela en las filas, se hace el dormido cuando una anciana se sube al bus, bota la basura a la calle, cobra más de lo debido en la carrera del taxi, insulta al busetero solo porque es busetero, inculpa a los gays solo porque no tienen los mismos gustos…y la lista es interminable.

Pero lo que es peor, cuando la gente sale unida para manifestar su descontento por las distintas violencias del país, los juzgamientos hacia lo que es diferente también se hacen visibles y por poco terminan en otra pelea. Vaya que buenos somos (la mayoría). Pues la verdad no se cuál es la mayoría.

Tenemos lo que nos merecemos, la guerrilla surgió como una evidencia del descontento de una parte de la población; los paramilitares nacieron de las ganas de eliminar a los malos de la guerrilla; los políticos corruptos solo sacan a la luz nuestros profundos deseos de tener más dinero a cualquier precio. Y aún así cada payaso que a duras penas se graduó de la universidad y que sale en televisión se atreve a decir: Porque los buenos somos más.

Esta evidencia nos muestra la razón por la cual nos matamos todos los días (si esto pasa entre los ciudadanos comunes, ¿qué pasará con los más radicales?). Pero tranquilos, no hay de qué preocuparse porque los buenos somos más.

sábado, 8 de marzo de 2008

Un blog amurallado


Noto con agrado que algunos bloggers de eltiempo.com publican con bastante frecuencia, algo que no es nada sencillo teniendo en cuenta que es un trabajo sin ninguna remuneración diferente a la de la posibilidad de expresar opiniones y recibir comentarios al respecto.

Uno de los personajes que sorprende regularmente por estos lares es el señor ‘apolosystemas’ con su blog “Desde El Caribe Manifiesto”, el cual está presentado de una forma muy elegante con una foto tipo carné un poco desenfocada, en la que una barba bien delineada le imprime un gesto absolutamente serio.

Oriundo de la cálida y hermosa ciudad de Cartagena, este ‘apolo’ cibernético tiene como fin principal opinar sobre “temas políticos y de actualidad nacional” basado en los principios del Mesías Jose Obdulio, con la intención de vivir una experiencia igual a la de Fernando en el país de las maravillas.

Pero al parecer este hombre ya vive en un país de las maravillas, pues hace pocos días publicó una entrada bajo el título La marcha del pésame, ¿de quién? en la que la se pregunta con la natural inquietud de quien formula un cuestionamiento: ¿a quién hay que darle el pésame como para hacer una marcha?

Al igual que Fernando, este hombre vive en un país de fantasía en el que la palabra muerte solo se relaciona con un sueño profundo en donde no hay cabida para motosierras, masacres, descuartizamientos, matar a personas con serpientes para que parezca accidental, etc., etc., etc.

Es así como encerrado en las murallas de Cartagena (desconozco si literalmente o simplemente por un pensamiento amurallado) este hombre vive en un mundo demasiado fantástico a mi parecer, en el cual la guerrilla está al borde de acabarse, ya no hay cultivos de coca, los paramilitares se acabaron, Jose Obdulio es el Mesías y Colombia es pasión.

Espero que este abnegado blogger siga tan constante en la publicación de textos (constancia que ha perdido nuestro buen amigo Willi Moore a quien extrañamos) y pueda disfrutar de las murallas que lo protegen junto con Plinio Apuleyo, Jose Obdulio, Fernando Londoño y demás, para que así continúe plasmando en su espacio “Desde El Caribe Manifiesto” un mundo envidiado por muchos compatriotas para quienes la realidad es un poco más desafortunada.

martes, 4 de marzo de 2008

El sabio Gardel


Hace algunas semanas Thorik hacía una reflexión sobre la verdad, un concepto tan relativo que finalmente no le interesaba (igual que a mi) y, por el contrario, prefería seguir su vida sin mayores preocupaciones. Pues con la coyuntura actual, el tema me parece más que pertinente.

Que Colombia violó la soberanía de Ecuador de forma legítima o no, que Chavez y Correa apoyan al terrorismo o no, que Uribe es un paramilitar o no, que se frustró la liberación de los secuestrados o no, que Estados Unidos quiere armar una guerra en Latinoamérica o no.

Cualquiera de esas cosas puede ser verdad o mentira, al final no me interesa saber la verdad que de cualquier forma será asquerosa. Lo que sí puedo decir es que, a pesar de que nunca pensé en que el hombre actuara de una u otra forma “por naturaleza”, ahora me convenzo más de que la humanidad es una porquería “por naturaleza” y el ciudadano promedio estará por siempre sometido a intereses particulares que lo joderán siempre, mientras él jode a alguien más.

De cualquier forma lo que está pasando es muy grave, y no cabe el humor en una situación como estas, hay seres humanos pudriéndose en la selva, soldaditos de uno u otro lado muriendo a diario como en un juego de playstation, por el embeleco de un presidentico la industria automotriz de Colombia ha tenido que despedir a una cantidad de personas que ya no tendrán forma de llevar el sustento a su familia, hay muertos que se exhiben como trofeos con la mayor sevicia jamás imaginada, el cierre de las fronteras pone en crisis a la población, continúan los niños muriéndose de hambre mientras Maria Carey se broncea con polvo de oro y la situación en vez de ver una solución cercana parece agravarse cada vez más y para siempre.

Hay una sola verdad: el hombre es mezquino, y se mata entre sí, y asesina, y deja morir de hambre a los otros, y miente todo el tiempo, y es irresponsable, y es inepto, y no le importa hacer guerras en las cuales mueran unos cuantos gatos sin muchas velas en el entierro, y hace shows, y escribe bobadas, y, y, y, y…

Es así como cobra total validez, tratar de mantenerse al margen de tanta inmundicia y tratar de sobrevivir lo más feliz que se pueda, porque como decía el sabio Gardel “el mundo fue y será una porquería ya lo se, en el quinientos seis y en el dos mil también (sobre todo en el dos mil). Para lo cual solo queda tomarse unos tragos, bailar, reirse con más temas intrascendentes, burlarse de algunos y dormir tranquilo…hasta el día que no se agudicen los efectos sobre cada uno de tanta porquería que se respira en este mundo.

Y me dirán amargado, fatalista, “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”…y yo les responderé sí, lo soy (solo a veces). Pero como sabiamente lo decía Thorik, a quien pido excusas (como Colombia a Ecuador) por apropiarme de muchos de los conceptos de su texto, soy colombiano y, como tal, mañana olvidaré lo que escribo hoy o de lo contrario me suicidaría. Pero bueno, ahora los dejo porque tengo que continuar con el trabajo que me da plata, tengo que revisar facebook y el correo y tengo que comerme unas galletas.