martes, 27 de mayo de 2008

Un evento bogotano por excelencia


Gracias a mi nuevo trabajo como entrenador de pasarela y supervisor de uñas de reinas, tuve la inigualable oportunidad de asistir a la presentación de las candidatas para el concurso de señorita Bogotá 2008. Como al parecer este año no será por medio del tradicional reality show de City TV, les contaré algunos de los detalles más relevantes de este importante acontecimiento.

La entrada al evento fue un poco extraña pues se extendió una alfombra roja que todavía me pregunto para qué servía. No fueron las reinas las que pasaron por allí, por el contrario fueron los invitados al evento dentro de los cuales no había nadie reconocido aparte del alcalde de la ciudad. Como si la alfombra no fuera suficiente, contrataron un grupo de extras para que se ubicaran por fuera de la alfombra e hicieran bulla a cuanto gato pasara por allí.

Cuando ya la gente pasó por la elegante alfombra, aparecieron en escena los presentadores del evento. Se trataba de una ex participante del concurso y un galán criollo de quien desconozco su nombre. Ellos que al parecer fueron escogidos cinco minutos antes de la ceremonia, comenzaron a improvisar diálogos forzados y muy a tono con el trascendentalismo propio de un concurso de estos, tanto así que el presentador sin sonrojarse contó su experiencia en un certamen de belleza en el que desfiló en ropa interior.

En medio de muchos lagartos, todos de muy poca monta (hecho que comprobé al encontrar a uno de los mayores lagartos con el que estudié en el colegio), pues no estaba ni Yo José Gabriel ni Poncho Rentería, y en medio de traseros inflados, sonrisas forzadas con labios saturados de botox y tetas como globos, comencé a ver la exposición de carnes.

Los desfiles fueron alternados con los tantas veces vistos espectáculos circenses, que luego de apreciar compañías de todo el mundo en el Festival de Teatro, se convierten en un show totalmente intrascendente. Los presentadores pedían aplausos para las reinas, para los músicos, para los patrocinadores, para los payasos, para ellos mismos, para mí, para todos, y el tímido público soltaba una que otra silenciosa ovación. Sin embargo, el silencio de un desierto se apoderó del lugar cuando pidieron un aplauso para SamuELamigo, que al parecer no tiene amigos en la ciudad que gobierna.

Y todo este criollo evento tuvo su punto más emotivo (para mí) cuando se presentó el show musical central. Unos hombres, parecidos todos a Poncho Zuleta e imposibles de diferenciar entre sí, comenzaron a llenar el escenario con sus vestidos azul rey, zapatos blancos y su presencia imponente. Pero grande fue mi sorpresa cuando el cantante de vallenato Pipe Pelaez (nombre sonoro por cierto) entró en escena.

Si hay algo peor que el vallenato de la nueva (pésima) generación, es un vallenato de la nueva generación en versión acústica; y fue esa la in-grata sorpresa que el querido Pipe nos tenía preparada con mucho cariño. Los músicos acompañantes asumieron actitudes elegantes y con saxofón en mano, al mejor estilo de Kenny G además de la gran inspiración en el teclado, como Richard Clayderman, comenzaron a entonar las románticas líricas que jugaban con las palabras con expresiones como “cuando quiero quieras” (al mejor estílo tropipop de tinto, tanto, wimbi, wambis, bonka, tampa, rumbis, juampis) hasta que las amorosas y melcochudas canciones me dejaron tan empegotado como si hubiera caído una lluvia de bocadillo veleño.

Con güisqui en mano, bajo la sonrisa amarrada a las orejas de todo los allí presentes, menos yo que solo tenía cara de satisfacción por la inspiración que encontraba allí para hacer este post, disfruté como ningún otro de los invitados de uno de los eventos más característicos de nuestras hermosas y tradicionales costumbres colombianas.

jueves, 22 de mayo de 2008

Uribeanismo


Los fanatismos extremos siempre me han causado terror. ¿Qué se puede esperar de un grupo de gente que hace una iglesia dizque maradoniana? Esos son de los dementes que de un momento a otro se comen el cuento de que el mundo se va a acabar y que con un suicidio colectivo lograrán llegar a un paraíso lleno de maradonas, mientras el resto de mortales son presas de un fatal destino.

Como ya lo dijo Daniel Samper e incluso Vladdo (antes de que de nuevo me lo aclaren en sus comentarios, a lo cual sólo puedo responder: no me interesa tener chivas noticiosas ni información exclusiva y original), hace algunos días una organización llamada Centro de Pensamiento Primero Colombia, decidió publicar una especie de Biblia con las ideas de Álvaro Uribe.

Como era de esperarse en la presentación del libro uno de los ponentes principales era José Obdulio Gaviria y la idea de esta Biblia es la de inmortalizar la doctrina de Uribe y garantizar su perdurabilidad en el tiempo (no solamente en el periódico de ese nombre).

Con una popularidad tan alta como la que tiene el presidente, creo que este país debería hacer una reforma constitucional que eliminara la libertad de culto e instituir el uribeanismo como la religión oficial de este reino. Estoy seguro de que los pastores más influyentes de este movimiento son el ex ministro Londoño y José Obdulio modelos a seguir de nuestro colega blogger apolosystemas, que algún día quisiera llegar a ser como ellos.

Yo, como soy un tipo de poca fe en lo sobrehumano y en las soluciones mesiánicas, prefiero mantenerme al margen de este grupo de pensamiento casi religioso y venerador, pues no quisiera que algún día por seguir tan ciegamente al señor Uribe, me viera obligado a trabajar, trabajar y trabajar porque si hay algo que me gusta es dormir. Por otro lado creo que me tocaría usar mucho sombrero y poncho y con mi pinta citadina no se me vería muy bien. Además tendría que cambiar el transporte público que tanto ‘disfruto’ por los caballos, medio preferido por el presidente, y debo decir que por algún trauma de la infancia todavía no soy muy amigo de los animales.

Otra de las razones para no inscribirme dentro de ese movimiento es mi aprecio por la vida. Creo que un posible fin del mundo que llevaría a un suicidio colectivo de los integrantes de esta organización pensadora, sería el dominio del continente por parte de Chavez y sus secuaces, enemigos naturales de Uribe, hecho que no es del todo descabellado.

Pero si este suicidio es efectivo lo más probable es que este país quede totalmente despoblado y sólo unos pocos incrédulos como yo quedaríamos abandonados a nuestra propia suerte sin la luz guía de ilustres de pensamientos superiores como los pastores Londoño, José Obdulio, apolosystemas y demás poseedores de la verdad divina… ¡vaya dilema!

Como también soy un poco cobarde, no me dedicaré a blasfemar ni a ir en contra de esta mayoritaria religión a pesar de que no me convenza, por el contrario si algún día me preguntan qué pienso sobre ella, diré que es muy buena. Cazadores de brujas hay por todo lado y los fanatismos religiosos son poderosos, así que para no morir en la hoguera o bajo una aceitada y sonora motosierra, traicionaría hasta mi verdad.
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ACTUALIZACIÓN:
Acabo de ver el nuevo post del pastor apolosystemas y creo que esto de la religión ya está tomando otras dimensiones. Parece que lo que este hombre escribe está dirigido a unos pocos iniciados en la materia porque, por lo menos yo, no entendí absolutamente nada. Alguien podría por favor explicarme qué es todo ese cuento del arco iris monocromático?

viernes, 16 de mayo de 2008

La inútil descripción de una tribu urbana


En cada época ha sido posible clasificar a los jóvenes de acuerdo a sus ideas políticas, a sus gustos musicales o a su forma de vestir. Los adultos, que en su juventud conocieron algunas modas, casi siempre se sorprenden por las nuevas tendencias que no logran comprender, y con algo de nostalgia quieren encontrar definiciones que posiblemente nadie tenga. Sin embargo, el adolescente que debe encontrar un territorio existencial necesita inscribirse en algo que lo defina, pero cuando crece ese problema ya está resuelto, aunque muchos se quedan allí por siempre.

Debo aceptar que muchos de mis amigos en la adolescencia pretendieron ser medio punks, algunos medio metaleros, otros medio raperos, etc., etc., etc. Yo, aunque escuché (y aún escucho) mucha música de esa que aglutina gente con ropa idéntica, afortunadamente siempre pasé desapercibido por no atreverme a usar pintas escandalosas.

Esto es entendible a causa de las crisis existenciales de la adolescencia y por eso podría hasta comprender las extrañas motivaciones de los odiados, rechazados y hasta maltratados emos, así como entiendo a los demás jóvenes que pertenecen a otros  de estos grupos. Lo que sí me resulta extraño es que personas adultas sigan aún con estas ideas, pero como dicen por ahí: problema de cada quien.

Más allá de eso, encuentro cada vez más divertido el afán casi desesperado de los medios de comunicación por tratar de comprender cada fenómeno de estos. Es como un abuelo con espíritu juvenil tratando de aprender a jugar Nintendo mientras desespera al nieto que solo quiere divertirse, sin tener que enseñarle a su abuelo algo que no va a aprender.

Todo esto, porque hace algunos días leí una columna de Mauricio Pombo en este mismo diario, en la cual intentaba describir a cada tribu urbana de acuerdo sus ideas políticas y apariencia, lo cual generó todo tipo de comentarios donde muchos eran de desaprobación porque no describía de forma adecuada a cada grupo y dejaba por fuera gran parte del espíritu de cada ‘tribu’.

Me pregunto ¿cuándo llegará alguien a satisfacer a todos los adolescentes en una descripción de una tribu urbana? Tal vez nunca, y por eso me encantaría que los padres de familia, como el señor Pombo, dejaran de hacer un intento que resulta casi ridículo.

Pero me causa más gracia cuando leo una entrada de un blog firmado por una blogger “Feroz” que se empecina en describir el movimiento gótico, a lo cual los lectores responden con palo y más palo por no conocer a fondo dicha cultura. El gran problema es que la señorita Feroz, hace de su artículo una especie de venta de lo gótico, algo así como: para ser gótico tienes que oír estos grupos, ir a estos bares y comprar la ropa en tales tiendas. Me suena como a un gracioso comercial de Sprite que vendía kits para raperos…en este caso se intentaba vender un kit para góticos.

Definitivamente no le encuentro sentido a que se quiera describir estos movimientos que ni siquiera quienes están inscritos en ellos saben exactamente qué son. Propongo que dejemos en paz a los adolescentes que buscan su identidad, porque ellos algún día la encontrarán, mientras que los columnistas y bloggers y padres y tíos y abuelos, seguirán preguntándose por siempre con un dejo de nostalgia por los días de juventud ya perdidos ¿Cuáles son las modas juveniles del momento? A lo cual yo respondería con otra pregunta ¿no es precisamente la falta de definición lo que permite al adolescente sentirse “único” y “protegido” del dominio adulto?

martes, 13 de mayo de 2008

De nuevo, a defender verdades prestadas


El país se levantó hoy con la sorpresiva noticia de la extradición de los jefes paramilitares, la cual muy pocos esperaban que se diera de una forma tan repentina y a media noche sin aviso previo.

Algunos años atrás todos estarían celebrando porque en Estados Unidos sí se cumplen condenas y sí se hace justicia, es por eso que Pablo Escobar inició una oleada de terror que se llevaba a su paso a cualquier desprevenido y también prevenido. Y muy claramente aseguraba que prefería morir (así fuera con la panza afuera y en un tejado) en Colombia, antes que irse preso a Norteamérica…tal cual como sucedió.

Cuando Mancuso, Don Berna y demás amiguitos son llevados no precisamente a conocer a Mickey Mouse, saltan voces de rechazo frente a esa decisión y las suspicacias sobre una jugada estratégica del gobierno es su argumento principal. Mientras unos dicen que es muy bueno porque estos tipos seguían delinquiendo desde la cárcel, otros dicen que quieren callarlos para que no denuncien más políticos o militares (probablemente porque ya no hay espacio en las cárceles).

El ciudadano del común, como yo, que está muy lejos de conocer las verdaderas motivaciones de parte y parte, no puede saber cuál es la verdad sobre esta decisión. Simplemente lo único que hace es recibir ‘verdades’ de todos lados y con base en esto tomar partido a favor o en contra sobre esta extradición; esa inclinación por una u otra verdad es por encima de todo un acto de fe. Y así, con una convicción sagrada, defiende causas prestadas.

Es por eso que yo prefiero no tomar partido, porque como cientos de veces ha pasado todo seguirá igual a pesar de que unos digan que algo es bueno o malo. Continuarán existiendo paramilitares hasta que haya guerrilla, y habrá guerrilla hasta que haya narcotráfico y paramilitares. Continuarán existiendo políticos corruptos que le vendan el alma a cualquier ‘Macaco’ para tener poder y dinero, y continuarán existiendo militares amigos de los paramilitares. Así mismo continuará existiendo, quién sabe hasta cuando, una ciudadanía que defiende verdades impuestas y hasta pelea entre sí por ellas.

Es por eso que el único acto de fe que yo puedo tener por ahora, es creer que la madre tierra no nos castigará con huracanes, ciclones o terremotos, porque con el castigo de ser como somos, sería demasiado que la tierra misma se ensañara contra este pobre país que suficiente tiene con su propia naturaleza autodestructiva.

jueves, 8 de mayo de 2008

Un reality colombiano


El pueblo colombiano (como dirían algunos bloggers para incluir falazmente a todo nacional en sus apreciaciones simplistas) fue testigo en la tarde de ayer, del reality show más autóctono que hayamos visto por estas tierras. No se trató de nada relacionado con chivas, ni con sombreros vueltiaos, ni con tinos o pibes, por el contrario la idea predominante en este espacio televisivo fue la incompetencia y mediocridad que debería tener algún lugar en el escudo o en el himno nacional.

Cuando los conductores de ambulancia y muchas otras personas se encontraban en medio de una apacible siesta, en el congreso de la república bajo la mirada constante de cámaras televisivas, el representante a la cámara Jose Fernando Castro, mientras hacía una intervención, era víctima de una desconexión del cable vital (así como en Matrix) que algunas horas después terminó intempestivamente con su vida.

Para nadie es un secreto que este tipo de situaciones suelen ocurrir cuando a dios o a Morpheus o a quien sea responsable le da por desconectar el cable de la vida, sin embargo en este caso particular, las especulaciones continúan a causa de incompetencia que impera en nuestro país.

Probablemente si el señor Castro Caycedo hubiera sufrido su ataque cardiaco en medio de una clínica con toda la atención necesaria también su hubiera muerto, pero eso nadie lo puede asegurar. Sin embargo, resulta revelador que ni siquiera en el Congreso hubiera las medidas de seguridad que debería haber en muchas otras partes y obviamente no las hay.

Así mismo es hora de preguntarse por qué se escuchan sirenas de ambulancias constantemente y porqué en cada trancón hay un vehículo de estos sobrepasando carros con un afán de ‘vida o muerte’, pero cuando una persona requiere la asistencia inmediata de una ambulancia, esta nunca aparece, dejando al paciente cada vez más cerca de dormir con pijama de madera.
                                     
Hace algunos meses se reveló una investigación periodística que mostraba la forma en la que las ambulancias servían como servicio de mensajería y para transportar personas que tenían afán, pero lo que queda totalmente comprobado es que en Colombia, el afán por salvar una vida no es tan importante como otros afanes, y está primero el dinero que pueda recibir una ambulancia por una diligencia ‘importante’ sobre la escasa vida de cualquier moribundo.

En este caso sucedió en vivo y en directo, nada más y nada menos que en el congreso de la república, pero sin duda no es una situación excepcional, sino que por el contrario es la constante y tuvo que suceder este triste hecho para que en el congreso hicieran un debate de ‘urgencia’ sobre las posibles fallas de la línea 123.

Una vez más queda comprobado que en la tierra del café, de las mujeres hermosas y la gente feliz, la vida vale menos que un calado mohoso. Como de manera un poco torpe lo dijo un congresista: “el congreso está abandonado a su suerte” a lo cual yo diría: el país está abandonado a su mala suerte.