martes, 5 de abril de 2011

Mientras enjaulan a los Nule, los demás podrán seguir su camino


Enérgico y vociferante, el público nacional celebra con bombos y platillos la llegada de los Nule a Colombia, luego de una temporada vacacional en Miami donde pretendían guarecerse de la tempestad de rabia que generó, especialmente entre los bogotanos, el robo descarado de los dineros que todos pagamos, con los cuales se suponía que construirían un Transmilenio y arreglarían algunas de las polvorientas trochas de la insegura capital.

Como apéndice de las escandalosas e inquisidoras vedettes de los medios de comunicación, la ciudadanía se dedica a linchar a los Nule, o a “los Lules” como dicen otros que solo necesitan un nombre para descargar su impotencia, mientras que todos aquellos (en su mayoría políticos o celebridades de la vida pública) que sacaron generosas tajadas en asocio con “los nuevos cacaos”, aprovechan el tierrero generado por el escándalo actual para huir o blindarse de las condenas que en un país decente también serían para ellos.

Sin embargo, la inoperante justicia de la que gozamos en Colombia, hace su tarea de entregar a la masa iracunda un pedazo de carne para saciar su hambre de dignidad, mientras que el Estado (sí, con mayúscula) de las cosas sigue pudriéndose por dentro y, por el contrario, consolidando cada día más un mecanismo óptimo para seguir sonsacando la plata que el ciudadano común ahorra en el pollo que remplaza por huevo y que utiliza para mantenerse al día con las obligaciones tributarias, a riesgo que le caiga todo el peso de la justicia, que en ese caso es bastante efectiva, así como en los robos de chicles.

Por ahora, todo parece indicar que es alta la probabilidad de que los Nule tengan que reemplazar su pinta de golfistas por una sudadera apropiada para una vida sin sobresaltos en una cómoda cárcel hecha a la medida, si no es que les brindan el beneficio de casa en Dubai por cárcel. Esto sería suficiente para que la ciudadanía estallara en un aplauso tan instantáneo como la indignación que se gesta por lechuzas pateadas.

Mientras el calmante que le entrega la justicia al país, a través de una condena risible para los Nule, surte su efecto entre la ciudadanía, todos aquellos que desde puestos privilegiados hicieron de los “polémicos empresarios” lo que son, continuarán campantes y a la espera de subir un peldaño más en la escalera del robo a los contribuyentes, eso sí, contando con la aprobación y el apoyo popular.

Para la muestra está Yidis, quien ha sido encerrada mientras que sus antiguos socios y complementos criminales todavía disfrutan de la libertad y el prestigio social, cumpliendo así con el papel de apaciguar el clamor popular de justicia, así como lo harán los Nule, la cortina de humo ideal para que todos los demás puedan seguir tranquilos con su escalada a robos más sofisticados y generosos.
Y en otras noticias, ya se rumora sobre la posible campaña de Samuel Moreno Presidente 2014...

1 comentario:

Ramplón dijo...

Completamente de acuerdo. La vista nos llega solo hasta donde los medios nos lo indiquen, y sí dicen que fueron solo los Nule, es porque así dice El Tiempo que “debo leer”. Recordemos, acá pensar es pecado o paramilitarismo.