lunes, 4 de mayo de 2009

Pandemia, terrorismo y fin del mundo


¿Cómo no referirse al tema de moda en la última semana? ¿Cómo no aprovechar la que, eventualmente, sea la última vez en la que escribo sin tener un tapabocas de 10 mil pesos cubriendo nariz y boca? ¿Cómo no incrementar la cantidad de información fatalista sobre la peste? ¿Cómo no poner mi granito de arena para fomentar el terror?

Pues bien, hace algunos días, que con la avalancha informativa de la prensa parecen años, surgió en México un curioso virus de gripa (o gripe como dicen los periódicos), que resultó ser una cruel peste incubada en los marranos y terminó siendo mortal para algunos descuidados humanos.

No podía ser un lugar distinto a la superpoblada, contaminada y caótica tierra del Chavo del 8 y del Enmascarado de Plata la que originara un virus potencialmente pandémico, pues su aire es tal vez el más contaminado del continente y su cantidad de habitantes por metro cuadrado constituyen seguramente un escenario ideal para la propagación de cualquier virus. No me extrañaría que la madre tierra (y espero no ser confundido con un ecologista al inmundo estilo Doctor Crápula), está mandando un mensaje para que los humanos dejemos de llenar este planeta con más niñitos que ya no caben, sobre todo en México.

La noticia de la gripa porcina, AH1N1 o mexicana para desgracia de los manitos, ha sido una excusa ideal para los noticieros, periódicos y en general el mundo entero, para crear una ola de terror mucho más grande que el virus mismo, que hasta ahora solo ha matado al 2 por ciento de los contagiados. Pero no es extraño que esto suceda cuando constantemente se habla en el planeta de amenazas globales como el terrorismo, el comunismo, las crisis financieras y demás temas que sumergen al ciudadano de a pie en un terror constante que amenaza con acabar su vida o por lo menos dejarlo en la miseria y tosiendo.

Sin duda, esta ola de terror, como todas las olas de terror a las que ya estamos acostumbrados y que demuestra la idiotez de algunos, ha motivado al gobierno chino a aislar a todo lo que suene a ranchera, a Hong Kong a poner en cuarentena a un hotel completo, a Egipto a quemar a todos los marranos del país y al ciudadano común a cooperar en la generación de pánico y la usura en los tapabocas. Ojalá esta peste no desemboque en una matanza generalizada de mexicanos como si fueran zombies al estilo de las películas, lo cual no me parecería muy extraño a juzgar por lo que se puede ver las 24 horas del día en los medios de comunicación.

Desde ya he podido recibir varios correos con presentaciones en Powerpoint que hablan sobre la fatalidad de un virus y las 80 mil alertas sobre posibles personas infectadas hasta debajo de las camas a la espera de algún desprevenido que no se quiso poner tapabocas y que escribió sandeces en un blog subestimando a la fatal gripa.

A pesar de ser una situación nueva para la mayoría, no resulta tan nueva ante las advertencias televisivas constantes y por correo electrónico sobre las sacadas de hígados en las fiestas, sobre los robos con escopolamina o sobre las agujas con sida en los teléfonos públicos, que ya hacen parte de la cotidianidad, así como ahora los correos de la peste y las conversaciones de corredor acerca de que fulanito tiene gripa...pero no porcina!

Con tanta gripa o gripe hasta en la sopa, sólo espero no contagiarme de la influenza, espero que no prospere la infección, espero no recibir más forwards al respecto, espero que los noticieros sigan aterrorizando durante las 24 horas, espero poder comerme una lechona fresca, espero que todos sigan interpretando las predicciones chibchas, mayas, aztecas y de Nostradamus y espero no ver cómo sería el cubrimiento noticioso cuando nos ataquen los extraterrestres...o los marranos asesinos.

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