martes, 19 de abril de 2011

Los nuevos mitos de semana santa

En medio de aguaceros casi tan fuertes como el diluvio universal del Génesis, frente a los cuales es mejor no prever una atención de emergencias efectiva, porque al fin y al cabo son castigos divinos mediante los cuales el furioso Dios se manifiesta para hacernos ver lo malos que somos y ahondar nuestra culpa, la semana santa de 2011 trae unas nuevas advertencias para todo aquel que entre en pecado.

Durante esta época en la que Moisés se apodera de la televisión nacional las 24 horas del día, de los cuatro días santos, han sido muchas las historias que han rondado las bocas eclesiásticas y por lo tanto las cabezas de los feligreses, advirtiendo sobre la importancia de seguir ciertas recomendaciones, so pena de sufrir los más severos e irreparables castigos. Recordarán algunos la prohibición de tener sexo durante esta semana, o de lo contrario los amantes se quedarían pegados cual siameses; o la advertencia aquella de que quien se bañara en el viernes santo, se convertiría en pescado o le saldrían escamas.

Con el paso de los años, estas historias se desvirtuaron y han muerto con sus inventores, pero el miedo y la culpa son un motor que debe mantenerse, y su combustible son los mitos. Aquí algunos para la semana santa 2011:

-El matrimonio homosexual acabará con los mecanismos naturales de reproducción del pueblo de Dios y los niños adoptados por parejas del mismo sexo se convertirán en el anticristo, con cuernos de marfil barato en la cabeza.

-Todo aquel que se atreva a denunciar el amor generoso, que manifiestan físicamente algunos jerarcas eclesiales hacia los niños, será condenado al destierro de la iglesia, privándose así del amor de los sacerdotes más expresivos y quedándo relegado a acercamientos únicamente con simples sacristanes.

-Quien no apoye de forma decidida las determinaciones de la procuraduría en contra de los pecadores (cuyo sinónimo no es delincuentes), estará condenado a vivir bombardeado de revistas que hacen del pecado un escándalo que les permite tener una difusión que de otra forma no alcanzarían.

-Dios cambió, y ya no deja pegados a los que tengan relaciones pecaminosas el viernes santo, pero todo aquel que ose utilizar preservativos, tendrá que vivir con estos pegados a la zona del cuerpo que exponga a tales productos creados por Satanás.

Cumplir con estas recomendaciones será un mecanismo efectivo para una semana santa en la paz del señor, obviamente con algo de culpa y por supuesto miedo, sentimientos fundamentales para mantener un rebaño obediente, mientras que todos los demás humanos, que también son hijos de Dios, pero hijos adoptivos, hacen méritos para tener una vida decente, pero que los llevará al infierno.

2 comentarios:

Natalia Franco Cruz dijo...

Esta muy interesante el artículo pero no entendí una parte "advirtiendo sobre la importancia de seguir ciertas recomendaciones, so pena de sufrir los más severos" ese so pena fue un error de digitación o ¿que quieres decir con el so pena?

DiMogno dijo...

Gracias por la visita Natalia, el "so pena" puede entenderse como "a riesgo de" ;)