sábado, 23 de febrero de 2008

La esquizofrenia colombiana


Una nueva teoría ha surgido en torno a los grandes problemas que aquejan a nuestra doliente nación. Expertos investigadores de la Universidad de Dodoma han descubierto que el origen de nuestros problemas no está en la educación, ni en la corrupción; parece que todo se debe a un problema de salud, para ser más precisos de salud mental.

Se ha diagnosticado que la enfermedad insignia de Colombia (porque los países tienen enfermedades insignia así como tienen himno y bandera) es la esquizofrenia, que viene del griego schizo, que significa división o escisión, y phrenos, que quiere decir mente.

Los síntomas de esta escisión en el pensamiento se pueden percibir en el gobierno nacional, que es la representación visible del pueblo. Y los casos son muchos, pero quiero referirme a uno en particular que ha generado revuelo nacional en los últimos días, se trata de la adjudicación del terreno de Carimagua.

Unas hectáreas que, más o menos, en el año 2005 fueron ofrecidas por parte de la embajada colombiana en Japón a inversionistas del mundo por sus múltiples posibilidades para hacer cultivos y plantaciones. Luego, estas mismas tierras ‘feriadas’ a los inversionistas fueron ofrecidas a los desplazados para que se reubicaran allí, pero extrañamente hace pocos días se reveló que ya no eran para desplazados sino para palmicultores, quienes generosamente ofrecerían trabajo a los pobres desplazados. Sin duda un acto loable con los pobres desplazados que no tendrían nada que hacer con esas inmundas tierras imposibles de trabajar.

Es así, como el Gollum criollo, que hace las veces de ministro de agricultura, ha puesto en evidencia nuestro principal mal: La esquizofrenia. Algunos vecinos del ministro dicen que recurrentemente aparece en calzoncillos hablando solo y con un gesto malévolo en su cara dice: “mi preciosa Carimagua”. Pero inmediatamente voltea su cabeza y pone cara de seminarista y afirma que los desplazados no van a quedar solos.

Algo que suena conocido por allá en los años 60 cuando por un incumplimiento de los agentes del Estado se formaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (que, como es obvio, también sufre del mal nacional). Pero acá lo único que podemos hacer es adelantar las investigaciones en psiquiatría para curar la esquizofrenia que desencadena problemas más graves. Ah!! y también podríamos internar en un tratamiento intensivo al pobre ministro que además de creerse seminarista, se cree presidente…cada vez está más descontrolado.

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