lunes, 4 de febrero de 2008

¿Por estos estamos como estamos? (subiendo las cejas y con los brazos en la cintura)

No puedo dejar de pronunciarme sobre lo que puede conocer hasta hace pocos días por medio del blog “El Blogotazo”, también de eltiempo.com y luego por el blog “Dejémonos de maricadas” en semana.com.
Pues resulta, por si aún no lo sabe, que el ‘simpático’ cocinero y periodista D’Artagnan, publicó hace algunos días una columna en el diario El Tiempo en la cual reproducía algunos chismes que decían que el presidente de Venezuela, Hugo Chavez, era gay. Me sonó todo eso como a una pataleta intrascendente que probablemente le importe a él y a alguna que otra abuela escandalizada.

¿Qué carajos importa que sea gay o no? ¿Es la preferencia sexual de este hombre un factor decisivo para su forma de actuar en el campo político (que es el que realmente importa)? Para mí las respuestas son claras y contundentes: Solo a alguien que no tiene nada que decir le importa que Chavez sea gay, y, por otro lado, que sea necrofílico, escatofílico, zoofílico, asexual, heterosexual o cualquier cosa, es problema de él y solo de él y no tiene incidencia en su actuar político.
O es que acaso ¿los gestos del señor D’Artagnan son muy varoniles? Cualquiera que haya tenido la desgracia de ver por un segundo su ‘informal’ programa de entrevistas podría pensar que es un afeminado cuando dice: “Hasta la próoooxima semana”. Sin embargo, es un hecho que solo le compete a él y que, por demás, no repercute en que sea una buena o mala persona.

Recurro entonces a una de las frases más colombianas que hay, que finalmente resume muy bien lo que quiero decir: por eso estamos como estamos. Estamos mal, muy mal, estamos jodidos, por eso seguimos siendo tercermundistas, y en vías de más subdesarrollo si los argumentos para escribir una columna en el diario más importante del país siguen siendo que fulanito de tal dicen que es gay.

No quiero con esto defender a Chavez, personaje que suscita en mí muchos otros interrogantes (probablemente menos importantes) y de quien ya hemos expresado nuestras opiniones en este blog, quiero por el contrario hacer énfasis en la nimiedad de los argumentos del columnista dominical que tiene razones más grandes que su barriga para recibir todas las críticas por aquella nefasta publicación que solamente genera intolerancia en este intolerante país que tiene como lema la intolerancia de sus intolerantes ciudadanos.

Le quedaría mucho mejor a D’Artagnan, con su presencia de señora de club, sacarle la lengua a Chavez, o decirle bobo o alguna otra cosa más infantil pero menos ridícula que tratar de desprestigiarlo haciendo eco de los rumores no comprobados de sus preferencias sexuales.

Y si algún fanático del periodista llega por acá a decirme gay chavista, quiero decirle que no soy ni lo uno ni lo otro, pero si fuera homosexual dicho calificativo no sería una ofensa, el ser gay no hace buenas o malas a las personas, como no las hace buenas o malas preferir la hamburguesa por encima del perro caliente, o preferir el tejo por encima de la rana…realmente lo que sí es una maricada, porque es muy distinto ser gay y ser maricón, es descalificar a alguien por una preferencia, siendo aún más grave y más preocupante que tan solo es un rumor, un rumor totalmente frívolo.

Por eso quiero dejarlos con una muestra clara por la cual puedo afirmar sin ningún temor que: POR ESTOS ESTAMOS COMO ESTAMOS.

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