martes, 8 de julio de 2008

Tele-enchilada


Por una generosa oferta del bolsillo del señor Carlos Slim, magnate mexicano de las telecomunicaciones, lo que en nuestro país antes era Tv Cable, ahora es Telmex, una compañía de cable que como era de esperarse ha llegado con su paso firme a Colombia garantizando que el bolsillo del señor Slim sea cada día menos "slim".

Muy a mi pesar, he comenzado a ver cómo la llegada de esta empresa, lentamente, en un silencioso proceso degenerativo, intenta volver la televisión cada día más parecida a una enchilada o a un burrito, con el perdón que se merecen tan exquisitos manjares. Para no ir muy lejos el “creativo” comercial en el que un perro discute con su amo sobre el programa que deben ver, evidencia que además de la desgracia de encontrar un perro que habla, lo hace con acento ‘manito’.

Además de esto, el servicio de Telmex incluyó en su parrilla dos canales que no se merece ni siquiera la televisión peruana con sus Lauras en America y Cholas Chabucas. Por un lado uno llamado Canal de las Estrellas, que de estrellas tiene muy poco y por el contrario parece haberse creado luego de un gran estrellón, y por otro lado uno que se llama Telenovelas…a secas, nombre lo suficientemente contundente como no para hacer ningún comentario al respecto.

La diferencia entre estas dos señales al parecer no es ninguna, pues siempre veo a los mismos galanes de nombre compuesto (Pedro Francisco, Javier Armando, Felipe Esteban, etc.) y torso descubierto para mostrar sus bronceados músculos, intentando conquistar a las mismas lloronas que ya ha mostrado Jorge Barón en el canal Uno en el horario de las 3 de la tarde hace diez años. Obviamente la capacidad actoral, y sobre todo mental, de dichos personajes no les da para decir nada que parezca medianamente natural y por el contrario son fieles a su nefasta tradición novelera mexicana.

Como si esto no fuera suficiente, existe un nuevo canal de producción local llamado Tv Centro o alguna cosa así, en el que todo el día dan un programa llamado Nuestra música presentado por una mujer de acento costeño y lenguisopa, que saca a relucir sus abundantes carnes mientras trata de “mi amor”, “corazoncito”, “mi vida” a cuanto personaje se aparezca por ese precario estudio. Obviamente, prefiero no hablar de los invitados musicales de este exquisito espacio televisivo por respeto a los lectores del blog. Luego de ver a estos exponentes de la música más barata que alguien pueda hacer me cuestiono con mucha preocupación si el nombre del programa es acertado, ¿será esa nuestra música?

He visto en este nuevo canal, un magazín que para ser más fresco y natural se realiza desde el parque de cualquier urbanización de clase media, en el que como escenario de fondo hay una reja por la que alguno que otro curioso se asoma a mirar qué es lo que pasa mientras diversas bailarinas de música árabe o bambuco, deleitan a los transeúntes y a los poco agraciados presentadores, porque dudo que el programa tenga televidentes.

Así mismo, este canal ofrece una rutina de ejercicios impartida por un hombre de pelo engominado, al estilo de Vegueta o Goku, que con una camiseta que forra hasta sus venas y un pantaloncito caliente que se vuelve más vomitivo que el mismo vómito, menea sus caderas al ritmo de cualquier mapalé mientras parece pensar en silencio que se ve delicioso con ese zangoloteo de glúteos.

Me causa profundo malestar encontrarme con estos decadentes espectáculos que cada vez acercan más a la televisión de este país a un melodrama mexicano con toda la mediocridad que esto trae consigo. Como si no fuera suficiente con “Así es la vida”, con el acento mexicano de algunas novelas colombo-miamescas, con Jorge Barón y con Jota Mario, para que ahora la decadente televisión colombiana se empobrezca aún más.

No hay comentarios: