martes, 26 de agosto de 2008

Cumplimos (todos) en los Olímpicos


La semana pasada, en la euforia de los Juegos Olímpicos, que por cierto hay que reconocer que fue un evento maravilloso y que afortunadamente en una excelente decisión de Señal Colombia pudimos ver en su totalidad, me encontré con una noticia que logró brotarme la vena de la frente.

Dicha noticia se titulaba: “cuarto puesto con sabor a medalla”, refiriéndose a un ciclista colombiano que alcanzó el cuarto lugar en una competencia de bicicross. Me parece, sin duda, un logro importante para este deportista que se enfrentaba a los mejores del mundo y que seguramente pudo subir su propio record, además de sumar un importantísimo logro para carrera deportiva.

Sin embargo, presiento que para un país hacer pasar un cuarto puesto por una medalla es una payasada que merece medalla de oro en estupidez (sobre todo sabiendo que los tres ganadores de dicha competencia llegaron con clara ventaja sobre los demás). En esta interesante edición de las olimpiadas he sido testigo de cómo el país parece conformarse con tener deportistas en los olímpicos y con ese simple hecho siente que ha ganado. No me parece nada sensato reconocer como un triunfo nacional que un compatriota pase a una final en la que participan 20 competidores.

Importante es ganar, importante es obtener medallas que son las que suman, importante es no conformarse con chichipatadas, de lo contrario todo se queda en procesos personales de cada deportista que supera sus propias marcas pero no logra ser nada a nivel mundial. Muy bien que se encaminen por medio de cuartos, quintos, décimos y cuadragésimos lugares, pero hasta que no lleguen mínimo al tercer puesto son simples simulacros de medallistas, nadie niega que en algún momento puedan llegar a ser campeones.

Además de eso, resulta más que ridículo oír a tanto convencido diciendo “ganamos medalla de plata” como si hubiera sido un logro propio…me gustaría saber quién conocía o apoyaba al pesista que la ganó antes de que la obtuviera, con toda seguridad puedo decir que la mayoría de colombianos no teníamos ni idea quien era ese sacrificado parroquiano que debió llegar hasta Pekín (con todas las connotaciones de lejanía que tiene esa palabra) quién sabe con cuantos sacrificios.

El país no le había dado nada a ese deportista y gracias a una preparación que, a pesar de que no conocí puedo asegurar que tuvo más dificultades que las de sus rivales de países más desarrollados, el medallista se levantó ese día con el pie derecho y quedó segundo. Ahora todos los que nacimos en estas tierras podemos decir con la boca llena, no sé de qué pero llena, que ganMOS medalla de plata!!

Probablemente el mismo deportista se debe sentir muy feliz y patriota al ver el recibimiento de tanto periodista provinciano de voz nasal, gruesa y veloz como operadora de taxi, y obviamente del presidente y todos los gobernantes que ahora sí sacan pecho por los logros de la nación y además ofrecen casas y beneficios como si fueran dulces.

Sin duda es muy bueno que dos compatriotas hayan ganado medallas, pero sería aún más bueno que en esta tierra maldita la política para apoyar a los deportistas fuera diferente a robarse los impuestos al deporte (que esos sí pagamos todos los colombianos) y esperar a que los atletas ganen algo para ahí sí darles condiciones de vida decentes.

Cuando el Estado pueda apoyar a sus deportistas, artistas y demás ciudadanos, ahí sí nos podemos sentir orgullosos de lo que ganen nuestros compatriotas, de lo contrario deberíamos cerrar nuestras bocas para que no se nos llenen de moscas.

Pero aún así, quienes primero salen a celebrar los triunfos ajenos son los mismos que prefieren escoger como presidente al que menos apoye la salud, la educación, el deporte y el arte  y que por el contrario haga méritos para ganar la medalla de oro en lanzamiento de misiles y resistencia en el poder.

Pero sin duda, en cuatro años cuando este pueblo miope haya apoyado en las urnas a los mismos que no apoyan a nadie aparte de sus madres (de ellos) y amigos cercanos, y en los próximos Olímpicos un marchista sacrificado, un clavadista suicida o un bicicrocista con mal de sambito en las piernas tenga un golpe de suerte y arañe una ‘presea’, ese día volveremos a celebrar todos juntos como hermanos un triunfo que nos pertenece a todos los colombianos.

viernes, 22 de agosto de 2008

¿Cómo tener un blog con muchos comentarios?

Uno de los indicadores del éxito o fracaso que tienen muchas de las personas que hacen blogs, es la cantidad de comentarios que reciben sus entradas. Es por esto que basado en mi experiencia en este espacio, daré las claves para tener un blog con muchos comentarios.

Pasos a seguir:

Ser radical en apreciaciones sobre el presidente o sus opositores, ya sea el Polo o alguno de sus militantes, Piedad Cordoba o la Corte Suprema de Justicia. Para referirse a cualquiera de ellos se deben usar términos radicales, y evitar a toda costa dar algún viso a las generalizaciones (por ejemplo: Todos los uribistas son asesinos paramilitares, o todos los miembros de El Polo democrático son mamertos aliado scon la guerrilla, etc.). El resultado de un texto con ese tono será una lluvia de comentarios que apoya al blogger sumándose a sus acusaciones sobre unos u otros y también decenas de comentarios que califican al blogger de lo contrario a lo que él diga (guerrillero, terrorista, paramilitar, “furibista”, y hasta la graciosa y colombiana expresión “Uribestias” etc.)

Hablar de fútbol es otra de las opciones para obtener cientos de comentarios, hecho que se ratifica al revisar las estadísticas de los blogs más comentados de eltiempo.com. Lo que se escriba acerca de este pasional deporte, sea lo que sea, siempre generará cualquier tipo de comentarios, porque es de suponer que para ser un experto en fútbol no es necesario haber estudiado nada y ni siquiera haberlo jugado en una cancha distinta a la cuadra del frente de la casa. Hay que partir de la base de que sobre fútbol puede escribir cualquiera con conocimiento o sin él y siempre encontrará muchos comentarios, mejor si son con un leve dejo argentino, como “aguante”, “pongan huevos”, “sos mi vida y te vengo a alentar”, etc.

Otra de las claves es cuestionar cualquiera de las más arraigadas y enorgullecedoras tradiciones nacionales, como la navidad, el sombrero vueltiao, los carnavales o propagandas sobre lo bello que es Colombia. Meterse con el más básico sentido patrio es casi como ponerse una pistola en la boca, porque el lector herido en su orgullo aparece con las más divertidas y, acorde al nacionalismo simple, básicas frases, como “si no le gusta porqué no se va a vivir a otro país”.

También es bueno referirse, con una altísima dosis de indignación, a situaciones como en la que Charlie García dijo “cocalombia” para hablar de Colombia, o Carla Bruni en una de sus canciones dijo “la blanca colombiana”. Esto levantará un tierrero gigantesco, promovido por presentadoras de farándula escandalizadas y nacionalistas, que se manifestará en cientos de comentarios desaprobando las declaraciones de cuanto artista hable mal del país.

Por último, ser una mujer con un poco más de belleza que Yidis y que esto se evidencie con un bonita foto en el perfil, seguramente representará algunos comentarios de uno que otro convencido que pensará que haciéndose amigo de la blogger podrá salir con ella e incluso hacerla su esposa.

Utilizar alguna de estas estrategias, o si es posible todas al tiempo, significará encontrar un blog rebosante de comentarios que probablemente deje satisfechos a los señores de eltiempo.com y al mismo tiempo será punto de confluencia de altas dosis de basura.

jueves, 21 de agosto de 2008

En la variedad está la basura


Ayer cuando, como de costumbre, me encontraba dándole un vistazo al diario que acoge este blog, encontré una noticia que para mi ingrata sorpresa se encuentra dentro de la página principal (sexto titular de arriba hacia abajo) hasta el día de hoy. Esta noticia, lejos de ser algo similar al accidente del avión en España, se trataba del anuncio de un nuevo blog de humor en eltiempo.com…vaya importancia del anuncio!!

Pero el atractivo principal de dicho blog es que será administrado por uno de los personajes de “Hay con quien”, el desastroso programa “humorístico” del cada día más horrible canal City TV, que obviamente también es de la Casa Editorial el Tiempo. Una estrategia un poco mala para promocionar un programa que a mi juicio puede ser equivalente en calidad a la misa en el canal 13 o cualquier programa de Teleamiga.

Luego de ver dicho blog que se autopromociona como humorístico (no hay nada peor que anunciar textualmente que algo es chistoso, porque inmediatamente deja de serlo), encuentro que por lo menos logra ser coherente con el programa de televisión pues, así como su par, no despierta ni la más tímida sonrisa.

Y yendo un poco más allá de esta descarada autopromoción de algo que es realmente horrible, encuentro que El Tiempo se ha llenado de una cantidad incalculable de blogs, dándole cabida a los de vive.in, a los de portafolio, a los de cambio, a los de abc del bebe, a los de metrocuadrado, a los de enter y en general a todos los de sus productos, sin contar con los propios de eltiempo.com.

Al parecer, ahora cualquier hijo de vecino tiene un blog en el Tiempo (para la muestra éste botón) y cada blogger puede publicar cuando la esquiva inspiración lo asalte cada seis meses, como ha pasado con cientos de blogs que nunca han vuelto a aparecer y que cuando lo hacen salen con la primera cretinada que se les ocurre.

Esto sin duda puede convertirse en nuestra autoexpulsión de estos lares, y por eso no quiero concluir sin antes reconocer que, aparte de las constantes fallas del servidor, en cuanto a contenidos no hay ninguna censura y por eso podemos decir las sandeces que se nos vengan a la cabeza (aunque con seguridad hay blogers que nos superan con creces) e incluso, decir groserías como otros blogers que han sido acusados de no ser lo suficientemente decentes para la decentísima gente colombiana que lee este diario.

Pero aparte de la noble actitud por parte de eltiempo.com de permitir libremente la expresión del ciudadano del común, debo asegurar que sobran muchos blogs, comenzando por este, porque cada día aparece uno nuevo y cada vez peor, como el que fue objeto de noticia desde ayer hasta hoy.
Propongo entonces hacer un concurso de el blog más malo del diario más tradicional del país. (cabe aclarar que estamos fuera de concurso, porque de lejos ganaríamos)

domingo, 17 de agosto de 2008

El Manual de Carroña


Aquel día que me encontraba, como es habitual, en un emocionante campeonato de parqués con mi tío abuelo Argemiro - ese mismo que me pidió darle la oportunidad de publicar en este blog – cometí el grave error de llevarme un dedo a la boca. Como era de esperarse él se molestó profundamente por mi falta de urbanidad y se lamentó por el olvido de los jóvenes del sabio Manual de urbanidad de Carreño.

Preocupado por quedar bien con el apreciado Argemiro, esa misma noche en la soledad de mí cuarto y con el corazón dispuesto para aprender a ser un buen hombre (uno bueno de verdad) comencé detenidamente a instruirme con el reconocido Manual.

Aunque en principio pensé que era un texto demasiado viejo –fue escrito en 1853- para que aún hoy algunos defensores de las buenas costumbres lo traigan a colación, emprendí una juiciosa lectura muy reveladora, que me demostró que este país ha sido forjado con los principios del sabio y bastante desocupado ‘pedagogo’ caraqueño. A pesar de haber sido un texto concebido hace más de 150 años, todavía los rastros de la personalidad neurótica de Carreño hacen presencia en nuestras vidas y probablemente lo hagan en muchas generaciones venideras.

El comienzo del Manual me sorprendió con el tema religioso, obviamente la única religión que existe en el planeta según el Manual es la católica. Por eso una sabia sentencia dice: “El hombre verdaderamente religioso es siempre modelo de todas las virtudes”, entonces cualquier incrédulo y no católico también es modelo…pero modelo de perdición. Esta parte del manual se la aprendió muy bien el presidente Uribe que, para tener un gobierno y política virtuosa, hace lo posible por meter a la iglesia hasta en la sopa.

Después de persignarme, seguí la entretenida lectura y comprendí la razón por la cual muchas veces las mujeres merecen ser corregidas por sus errores, como aquel hombre de la Costa que buscando el arrepentimiento de su mujer por haber bailado con un extraño, le propinó una merecida golpiza para que aprendiera a cumplir las normas de comportamiento. La parte del manual que el burlado esposo invocó en su defensa decía que “La mujer tendrá por seguro norte que las reglas de la urbanidad adquieren, respecto a su sexo, mayor grado de severidad que cuando se aplican a los hombres”. Sin duda las mujeres no pueden bailar con nadie y tienen que cumplir al pie de la letra las normas que son más rígidas para ellas que para cualquier otra persona, ¿quién las manda a ser el sexo débil?

Con la convicción de que las mujeres deben cumplir las normas con mayor severidad, más adelante encontré un interesante pasaje que decía que cuando uno viera a alguien mal vestido o en una posición inadecuada, debería retirar la mirada y discretamente abandonar el lugar. Precisamente por esa razón es que se prohibió comprar en los semáforos, pues esas gentes siempre mal vestidas deberían, antes que nada, mejorar su apariencia, vocabulario y postura, para que los conductores por lo menos puedan dirigir su mirada hacia ellos.

Un poco saturado de todas las nuevas normas que había aprendido, me puse a pensar en qué le iba a regalar a mi mamá que al otro día cumpliría años, y se me ocurrió empezar el día llevándole el desayuno a la cama, pero inmediatamente recordé que el manual decía “sólo los enfermos deben tomar el desayuno en la cama” pues está muy mal visto esa gente que se queda en su cama más del “tiempo necesario para el descanso”.

Seguí entonces con la lectura para llegar a ser por fin un hombre de bien y me di cuenta de que para empezar, así estuviera en mi casa y nadie me estuviera viendo, debería mantener la compostura y el buen vestir. “No está permitido a un hombre estar en casa sin corbata, en mangas de camisa, ni con los pies mal calzados”, lo cual me hizo arrepentirme profundamente porque ni siquiera fuera de mi casa estoy con corbata, y en mi casa jamás tengo zapatos, sin duda debo mejorar.

Y para referirme al cuerpo también debo contemplar nuevas reglas pues “no está admitido nombrar partes del cuerpo y menos si están cubiertas” por lo cual de ahora en adelante y como no debo estar “en mangas de camisa, ni con los pies mal calzados” solo podré hablar de mi cara y manos, únicas partes del cuerpo que no están cubiertas.

Otras reglas se fijaron en mi mente, pues jamás había escuchado algo igual, pero como veo que aún hoy en día es importante seguir las reglas de urbanidad de Carreño, comenzaré a contemplar algunos preceptos como: “en la calle nuestro paso no debe ser ni muy lento ni muy precipitado” o “la costumbre de levantarse de noche a satisfacer necesidades corporales es altamente reprobable”.

Luego de estas importantes reglas, invito a todos a leer el Manual de Carreño, y probablemente se conviertan en mejores personas, aunque no descarto la posibilidad de terminar odiando a ese demente escritor y mandando a la hoguera el consabido Manual, así como, en un momento de descontrol, madreando a todos los desubicados que aún hoy invocan este nefasto documento que se respira día a día con cada una de sus estupideces.

sábado, 16 de agosto de 2008

Por feo Pobre por feo


Luego de una majestuosa inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing, poco a poco comenzaron a salir a la luz pública algunos secretillos que se tenían bien guardados los organizadores del evento, como por ejemplo que la ‘bonita’ niña que cantó en la celebración, sólo era una ‘buena’ imagen para poner al frente mientras otra pequeña con una voz más privilegiada sacaba de su garganta las bellas notas de la canción que sonaba.

El mundo se escandalizó por esa revelación tan espeluznante que evidenció la maldad de los chinos (otra maldad más en ese país) al privilegiar la belleza por encima del talento. Sin embargo me resulta sorprendente tanto escándalo, si todos los días pasa lo mismo por todas partes…la gente linda opaca a los más feitos.

¿No está la pantalla del televisor llena de reinas y modelos jugando a ser actrices mientras que cientos de ilusos poco agraciados se esfuerzan para ganar un espacio profesional que nunca tendrán?

Así mismo los noticieros están llenos de mujeres con cuerpos perfectos y cerebros diminutos mientras que en las facultades de comunicación pululan las feitas un poco más inteligentes buscando una oportunidad (aunque los que pasamos por ese horrible lugar sabemos que en esas facultades nadie se mata estudiando ni tiene un elevado coeficiente intelectual). Lo mejor de todo es que estas simpáticas chicas no se limitan a lucir sus sonrisas y apetitosas carnes, sino que además se atreven a opinar sobre las “buenas noticias del entretenimiento” demostrando más claramente su incapacidad mental.

Sin embargo, los adelantos de la medicina permiten que muchas personas que no han sido privilegiadas con un buen físico mejoren su aspecto por medio de cirugías, así como el ahora guapo y goleado Higuita, aunque para acceder a uno de estos procedimientos sin el riesgo de que se le pudra una teta o se le caiga la nariz, es necesario tener dinero.

Pero desafortunadamente para ganar bastante dinero, en muchas ocasiones, hay que ser bello…así que si usted es feo y pobre, ojala sea muy chistoso o superdotado, porque si su capacidad mental es promedio jamás podrá acceder al mayor ideal contemporáneo: ser bonito y con plata.
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A propósito, hablando de cosas feos y olimpiadas, si hay algo realmente feo por estos días son los animalitos que pone google para adornar su nombre con motivo de los Olímpicos.