miércoles, 15 de octubre de 2008

Ociosa cultura política

Revestido de más cultura que apolosystemas, probablemente con un poco (sólo un poco) más de ocio que este "analista" caribeño y con mucha menos opinión que él, para ser fiel a la arbitraria clasificación bajo la cual está catalogado este olvidado blog que ya no lee nadie, abordaré un tema que probablemente se escape del "ocio y cultura" sobre el cual deberíamos manifestarnos siempre. Sin embargo, intentaré llenar este texto de chismes sobre famosos, lenguaje telenovelero y estilo de evento social con Jose Gabriel y Poncho Rentaría abordo. Todo esto con el fin de ser tan ocioso y culto como se supone que debemos ser en in-version.

Una vez hecha la aclaración, queridos chismositos culturales y ociosos, quiero referirme a un tema un poco denso para este espacio, pero que de todas formas creo que debe entrar en la categoría de cultura...la cultura política que nos tiene tan tercermundistas, pero que sin embargo es la que nosotros mismos h-emos (tristes, suicidas y quejumbrosos) escogido.

Se trata de los políticos que cumplen cabalmente con las expectativas que el pueblo ha plegado sobre ellos. Nuestra clase política parecería renovarse cada día más, renovarse el look, porque sigue siendo tan cochina como siempre ha sido. Parecería que el lema de esta clase que nos tiene tan sumidos en el ocio y la cultura, tiene como lema lo que uno de sus más fieles exponentes, el ex presidente Turbay, afirmó: "hay que mantener la corrupción en sus justas proporciones" y así mismo los votantes seguimos igual de estúpidos como en aquella época.
A pesar de diversos escándalos, mentiras, descaros, robos e idioteces, que cometen día a día los padres (violadores y asesinos) de esta hermosa patria de riqueza sin par, nuestro pueblo tiene el buen gusto de escoger a los mismos padres una y otra vez para que sigan matando y violando sin tregua a esta despedazada nación.

Es por eso que no me sorprende cómo el ilustre presidente del Senado afirma en tono vehemente que no está dispuesto, bajo ninguna circunstancia, a abandonar su cargo luego de haber estado involucrado en el préstamo de un dinero robado, que seguramente utilizó para vender promesas e ilusiones en sus campañas a cuanto incauto se le pasó por el frente.

Pues resulta, queridos lectores de cultura y ocio desinteresados por estos aburridos temas, que el señor Andrade, presidente del Senado, fue beneficiado con el dinero de un prestamista involucrado en el desfalco de Cajanal, un fondo de pensiones del magisterio, que luego de ser robado, dejó a unos pobres trabajadores ávidos de recompensa por años y años de esfuerzo, sin un centavo en sus rotos bolsillos y preguntándose, como en el Chapulín Colorado, "¿ahora quién podrá ayudarnos?".

Frente a esta pregunta, que ante tanto robo y descaro político nos hacemos recurrentemente todos los sufridos compatriotas, llegan siempre elegantes y distinguidos salvadores, con campañas políticas exitosas y financiadas quién sabe con qué plata, a prometer arreglar los problemas pensionales, de seguridad, de corrupción, de desempleo y de "ocio y cultura".

Incautos, y la mayoría de las veces amnésicos (como somos en esta serruchera nación), escogemos a quienes en épocas pasadas se robaron unos cuantos recursos del país e impartieron injusticia por doquier. Es así como ahora espaldones ex presidentes son tratados como autoridades con el criterio para marcar directrices del país, o ex rateros son vistos como salvadores de las crisis actuales, o inéptos son postulados para dirigir partidos políticos, o ex fiscales aficionados a las motosierras son embajadores, o politiqueros de siempre son ahora ministros, o narcopolíticos se convierten en adalides de la verdad y las buenas costumbres, etc., etc., etc.

Y los electores siempre tan campantes, pero al mismo tiempo tan quejumbrosos. No entiendo de qué se queja la gente si sus votos fueron a favor de los rateros que los llevan a la pobreza, esa misma pobreza de la que ahora quieren salir bajo el mandato de sus otrora abusadores. No me sorprende que el señor Andrade sea congresista quien sabe por cuantos años más gracias a los votos de los pensionados de Cajanal, no me sorprende que Samper sea consultado como autoridad política por los medios de comunicación cada vez que sucede algo en el país, no me sorprende que Samy sea el alcalde de Bogotá, tampoco me sorprende que el primo del presidente se convierta en ministro o embajador en unos cuantos años y mucho menos que
Santofimio se convierta en un protagonista político nuevamente.

Pero eso no importa queridos amiguitos, siempre habrá suficiente ocio, cultura, novelas y chismecitos para que nos olvidemos de toda la podredumbre del país con más variedad de mariposas y mejor café. Nosotros seguiremos encaminados en el "ocio y la cultura", así como los noticieros y sus extendidas secciones de farándula, o sweet, o el siempre divertido lavadero, o el programa con más estilo del país que no podría llevar otro nombre distinto a "Estilo RCN".

Hasta pronto!!

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