sábado, 21 de junio de 2008

Diario para guerrilleros y paramilitares


La reciente noticia del regreso del periódico El Espectador al escenario periodístico diario, en el que durante los últimos años la mejor (por ser la única) opción fue El Tiempo, para muchos ha sido un evento totalmente intrascendente que no cambiará la rutina telenovelera después de ver el noticiero de RCN.

Pero es que ¿a quién le va interesar tener más cosas por leer si a lo largo del año, dentro del infinito mundo de la literatura, los colombianos tan solo leen un libro en promedio? ¿A quién le va a interesar ver una noticia por partida doble si con la información de RCN es suficiente?

Sin embargo, y a pesar de que con “La Cosa política” de la nueva ronca de oro Vicky Dávila sería suficiente para conocer lo que pasa en el país, es importante (o eso dicen) evaluar el panorama actual de los dos periódicos más tradicionales.

Por un lado personajes como Londoño, Vargas, Rueda, Apuleyo, etc., y por el otro Zuleta, Cepeda, Bejarano y Molano, entre otros más figuran como columnistas de uno y otro lado. Aunque cada uno de ellos podría enfrentarse en un debate argumentado (en el mejor de los casos) con posiciones radicalmente opuestas, tienen algo en común gracias a su labor como columnistas de opinión: los comentarios del lector.

Es importante saber que cada uno de ellos ya debió haber desarrollado un caparazón para sus señoras madres tan mentadas y maltratadas, pues lo que se encuentra en cada columna, más que comentarios de los lectores, son ofensas y afirmaciones limitadas. Pero estoy seguro de que los foros y comentarios de los periódicos, son simplemente una pequeña muestra de un país en el que la mayoría de las noticias son de violencia y muerte.

Bajo esta perspectiva, no es sorpresivo a uno lo tilden de guerrillero y al otro paramilitar, pues el discurso aquel de la amenaza narcoterrorista dejó a este mundo dividido entre buenos y malos, y Colombia no es la excepción. El debate argumentado es una utopía y por eso la paz en nuestro país es como el animal que la representa, una paloma blanca que ahora es gris del mugre, que se caga en la estatua de todos los próceres de plazas de las ciudades, pero sobre todo, que ante la más mínima señal de movimiento cercano sale volando para no dejarse agarrar.

Como este asqueroso animal es tan jodido de atrapar concluiré con la más fácil afirmación, que solamente replicaré de lo que se lee día a día en los periódicos: en Colombia existe un periódico para los paramilitares y otro para los guerrilleros, y por eso quien lea uno u otro se merece todo el odio de su contrario. Ahora lo único que espero es que los comentarios de esta entrada, si es que los hay, no vayan a estar por debajo de mis expectativas.

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