jueves, 18 de septiembre de 2008

Debates inoficiosos


Como una agradable sorpresa, recibí hace pocos días un correo electrónico que de una forma bastante sería, a pesar de mis incontenibles carcajadas, comparaba una Biblia con un teléfono celular invitando a una reflexión sobre lo que pasaría si lleváramos, al igual que el celular, una Biblia debajo del brazo constantemente para repartir mensajes por doquier y para revisar a cada minuto, así como el celular.

Esto me hizo consciente del importante interés que demuestra la iglesia por comprender el momento actual que vive el mundo y cómo puede ella involucrarse en las dinámicas del hombre contemporáneo. Eso sí condenando el uso del condón para actos asqueroso del setso y todas esas cosas puercas como el homosexualismo.

Y como si esto fuera poco, el mismo día en el que recibí el forward de la Biblia- celular, una noticia como caída del cielo me permitió corroborar mi afirmación sobre las intenciones de la iglesia: esta vez me enteré sobre el congreso que se realizará en marzo del próximo año para debatir sobre la teoría de la evolución de Darwin (no la de Carlos Darwin Quintero) y la teoría bíblica de la creación.

Resulta loable la iniciativa de los propositivos sacerdotes, quienes luego de 150 años de haber sido publicada la obra de Darwin proponen oportunamente debatir acerca del asunto. Sin embargo mi tío abuelo Argemiro se mostró escandalizado cuando le informé acerca de la noticia pues según él resulta inaudito pensar que, como dice Nazarith, el pastorcito no mentiroso, el hombre no proviene del mono, pues el mono y la mona tienen monitos (¿le cuido el carro mono?).

Comparto entonces las progresistas iniciativas de la iglesia, siempre y cuando se respete fielmente y al pie de la letra cada una de las cosas que dice como aquello de que nuestros verdaderos ancestros son Adán y Eva, o que gracias a Noe se salvaron los animales o que el sexo y esas cosas cochinas son un pecado.

Probablemente si todos fuéramos más católicos y cristianos (eso sí, nunca islámicos ni hinduistas) viviríamos más en paz y todos esos homosexuales y aquellos que se atreven a pensar que venimos de un animal, se darían cuenta de que están rotundamente equivocados mientras nuestros sabios y sensatos líderes espirituales pueden cumplir cabalmente con los votos que hicieron el día de su ordenación como sacerdotes, sobre todo los votos de castidad y humildad. O si no ¿por qué creen que el Papa se compra los segundo zapatos Gucci más caros y no los más caros?

Pero aún me queda la gran duda, ¿para qué hacer debates sobre la loca teoría de Darwin? O ¿para qué hacer experimentos sobre le big bang si Dios creó al mundo moldeando todo como si fuera platilina? Lo que debemos hacer, en vez de tantos debates inútiles, es seguir fielmente todo lo que diga la iglesia y sin pensar demasiado despreocuparnos por pensar en nada pues la iglesia lo tiene todo resuelto. Si el mundo no es perfecto es por culpa de lo que no son cristianos.

No hay comentarios: