sábado, 31 de enero de 2009

Vacaciones para Juanes, pero que vuelva para el Hay Festival

Que lejanos parecen estar nuestros deseos navideños de que el cantante paisa Juanes, quien alguna vez fue un metalero desinteresado y greñudo, se diera unas merecidas vacaciones de ser posible en la luna. Este aclamado colombiano se encarga cada día más de aparecer en radio, prensa, conciertos, televisión, videos, afiches y como van las cosas dentro de muy poco saldrá del armario de la casa de cada colombiano.

Arriesgándome a ser linchado por mis compatriotas, desheredado por mi madre, excluido de los afectos de mis tías y hacerme indigno de los regalos de mis abuelas, debo reiterar mis profundos deseos de que Juanes nos de un descansito a los sufridos colombianos que tenemos que verlo con más frecuencia que a la imagen de la virgen del carmen en las busetas o los huecos en cualquier calle de Bogotá.

Como si no fuera suficiente la sobre exposición mediática del autor de la obra poética "is time to change" ahora tenemos que verlo en un supuesto festival de literatura, afortunadamente no tuve que padecer esta conferencia con Juanes incluido, pero ya me imagino qué fue lo que dijo.

Con seguridad habló hasta el cansancio de la paz y de que todos somos hermanos, siempre con su original discurso del amor y sus elaboradas y sesudas frases de que es mejor cambiar el odio por el amor. Con toda seguridad también debió decir que "la vida es un ratico" y aludiendo a la sabiduría popular, tan recurrente en sus intervenciones, debió decir algo del estilo de: "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa" o "eso es como todo". Y para concluir su faena y continuar cultivando la simpatía de sus seguidores, alguna grosería premeditada pronunció con su melodiosa voz y así, como en toda película colombiana, generó éxtasis o carcajadas luego de un echar un madrazo.

Veo muy bien al Hay festival, que como todo evento "cultural" del país o invita a Juanes, a Carolina Cruz o Cristina Hurtado o desaparece, y que mejor para garantizar el éxito mediático y por consiguiente éxito nacional que invitar a Juanes con su actual escudero español Miguel Bosé, quien está siguiendo los pasos del paisa y aparece en la radio, prensa, conciertos, televisión, videos, afiches y como van las cosas dentro de muy poco saldrá del armario de la casa de cada colombiano.

Lejos de cualquier suspicacia, a pesar de que no puedo dejar de pensar en Bosé en su papel de Letal en la película de Almodóvar "Tacones lejanos", esta pareja de caricias fugaces y cómplices miradas, se encarga cada día más de hacerme pensar que es suficiente de Juanes y también suficiente de Bosé, quienes, quién lo creyera, han sido elevados a la categoría de literatos por frases del estilo "es hora de cambiar el odio por amor" o "vuela libre como una paloma". Seguramente Bob Dylan, Borges o Whitman si conocieran a estos personajes estarían muertos de la envidia o de la admiración ante tan prominentes personajes.

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